lunes, enero 29, 2007

Las inenarrables aventuras del amasijo de hilillos microscópicos.

Ventana abierta, habitación cerrada. Un grano de polen ha quedado atrapado en la moqueta. En su desesperado intento por cumplir su misión, el polen lucha por escapar, rodando, de su jaula. Sin quererlo, la moqueta lo agarra y ambos se funden , girando y girando en una extraña pero apasionada espiral. Ha nacido Pelusín, la pelusa asmática.
Pelusín sufrio mucho, hasta que conoció el ventolín. A buen recaudo entre los hilillos de Pelusín, el ventolín acudía en su ayuda cada vez que la tos interrumpía su alegre flotar.

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