jueves, agosto 13, 2015

Summer in the city

Los vegetales son un grupo, pero se comen. No entre ellos, claro. Porque si hay algo que odie más que el verano, ese algo eres tú. Tú no, querido lector, porque, seamos sinceros, no existes, hablo solo y en plural, lo que es peor.

Listo.

Introducción (o de cómo recomenzar un texto tras mirar el significado de epíteto y no encontrar un hueco para tan sonoro vocablo en él):

Nublado tras el vidrio reforzado que de estar roto estaría decorado con un increíble hombre araña (hombre araña), detrás de la parabólica metálica que apunta, seguramente, a irlanda del norte en busca de ebrias señales televisivas para aliviar el derroche de fatiga mental que sopla por la entrada de atrás de la tecla bloq mayús, tal y como aparece en el teclado, despojadod e toda cubierta, pelambrera o protección, metálica o no, circundada de las que ya creía olvidadas y amaestradas y denostadas en mi más inmediata escritura, más llana y desprovista de los artificios que hacen que no quiera mirar atrás a revisar ni una susodicha por el dolor de cabeza que me pueda producir seguir los consejos de la antigua etiqueta que acompaña a este texto, y justo ahí detrás, de la nube que nubla, se entiende, no hay más que gases, asesinos gases que dan la vida y la quitan, porque eso es asesinar, según la RAE, cambiar de forma a lo que acabas de tocar, como a la nube que no para de mutar.

Y allí, allí aún, allí detrás, detrás del anterior detrás, allí, ALLÍ, no sabemos lo que hay, porque el magnetismo deforma el allí detrás y lo que avistamos azul anaranjado cada vez más oscuro quizás y sólo quizás allí detrás encontremos que nos miran. Nos miran con olor a carne asándose para cenar, nos huelen o intuyen como yo cayendo en el plural y abriendo el periódico para opinar sobre las rectan que se curvan al atravesar el portal que creamos solo con mirar a través de una ventana despampanante o una rubia abierta de par en par para verter su contenido en nuestro lacrimal, mareados.

Nudo (o de como estrenar unas zapatillas que no quieres manchar):

Chistorra y huevos (2).

Desenlace (o desatado)

Cantando en inglés con terrible acento se masca la tragedia, más concretamente se traga porque lo que se masca es el chicle para erradicar la placa. La placa policial que viene a detener la pecaminosa visión procurando ocultarla tras las placas de la persiana que en nada se parece a Batman, coreando canciones desconocidas pero que suenan como tienen que sonar. Mal.

¿FIN?