jueves, abril 30, 2009

Chapuzas.

"Lo mejor sería ir a por el destornillador", dijo.
Yo le miré algo asustado, pues ante sí tenía un viejo osito de peluche, deshilachado, con el ojo derecho colgando maltrecho. Su ojo sano reflejaba la mirada de mi amigo y la luz de la lámpara halógena. Y diría que sólo la bombilla tenía mas humanidad que todo su cuerpo maltrecho. Iba a necesitar algo más que un destornillador.

Amarillo espiga

Tan resplandeciente como la luz le deja ser.