domingo, mayo 25, 2008

De lo Malo, lo Peor

Genial.
¿Por qué iba el contenido a concordar con el titular?

lunes, mayo 05, 2008

Give it a name

Buenos días, mi nombre es... bueno no importa. O quizá importe demasiado. Leí una vez que cada uno, así como cada cosa, tiene su propio y verdadero nombre, y que conocerlo puede conferirte un gran poder. Se ha escrito un libro sobre esto. Con transfondo, con personajes, con magia y todo. Incluso alguna peli cutre basada en dicho libro. Es más, he oido que pronto se hará una superproducción sobre el tema, aunque probablemente omitiran el tema y correrá la sangre... La cosa es que yo no digo que nada de esto sea cierto, pero es una manera de metaforizar la esencia de las cosas, la unicidad de las personas(me refiero a que cada cual es único, no a que las personas sean de una sola pieza, que los zombies que llevan su cabeza bajo el brazo también son personas pese a sus peculiares gustos culinarios y sus andares arrastraos), una forma de definir a cada uno con una sola palabra diferente al resto, porque vale, cada uno tenemos nuestro nombre, un nombre impuesto que no hemos elegido y al que nos hemos hecho, lo hemos aceptado por conformismo, por elegancia, por gratitud, por acertado, por indecisión, por que sí. Y es que es muy difícil darle nombre a algo o a alguien. Vale, si estás escribiendo un libro de ciencia ficción o de fantasía rebuscas idiomas extraños y traduces frases del tipo "machote del espacio" o "vision de lince y olfato de puerco" y te salen nombres de lo mas vistosos y sonoros(según el que lo lea). Es más, de esta manera incluso te acercas a ese verdadero nombre, esa esencia definitoria, pero porque tus personajes son tuyos y su destino o acciones las decides tu, por mucha rienda suelta que le des a los verbos y a la improvisación. Un buen nombre puede definir una gran historia llena de grandes azañas y enormes fatalidades. Las historias "reales" tienen mas misterio. Un nombre con personalidad y fuerza es más difícil que tenga verosimilitud en un mundo tan gris y jadeante como es la realidad. Toca deformarla, hacerla vuluptuosa o minimizarla, reducirla, retocarla, filtrarla. O no darle nombre a nada y describirla desde la distancia, desde muy adentro, desde arriba, sumergido en ella. Y buscarle un nombre, buscarselo a uno mismo para descubrir la esencia propia.
Eso es lo realmente complicado, definirse.

domingo, mayo 04, 2008

Charcos

Leve tambaleo al levitar tras lavarse con lavanda, por no ponerse la bufanda mientras caminaba desorientado por el edor cuasi mareante que su compañero de la sobacada desprendía. Déjalo sangrar... y báñate, redímete, dejalo salir.