domingo, enero 25, 2009

La maté porque me lo merecía.

Llevabas muerta cinco días. Y no iba a ser yo quien te despertara. Me gustaba ese nuevo sonido que no sonaba a nada. Pero pronto el hedor de tu cuerpo en putrefacción atraería a más de un tipo de rata. Era hora de huir y alejarme de tu fría belleza, palideciente, casi azulada. Ojala hubieses vivido para verte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hedor se escribe con "h" gañán

Unknown dijo...

Era una licencia poética

Barb dijo...

no actualizas, miguelito, no actualizas...

adadebruja dijo...

Vaya microrelato, sobretodo me ha gustado la frase final... impactante.
Un saludo