jueves, marzo 20, 2008

OJOS ROJOS

El inmenso universo del Ulululu se dibuja en sus ojos rojos y redondos como dos narices de Rudolf en plena ventisca. Diminuto como es, el Ulululu puede pasar desapercibido con solo cerrar los ojos. Nadie conoce su procedencia, ni su hábitat natural, tan solo algunos lo han visto desplazarse a saltitos mientras captura enormes libélulas al vuelo con asombrosa facilidad. Son sus dragones y disfruta venciéndolos, más cuando los digiere.
Difícil de ver, oír o detectar, quienes han logrado capturar un Ulululu lo han sido a su vez por el mismo. Su mirada incendiaria atrapa al más intrépido y al menos compasivo. Indomable pese a su aspecto, el Ulululu se convierte más en amigo que en mascota, pues él elige quedarse con su captor, quien tampoco podría negarle su libertad.
Hay quien dice que el Ulululu es solo leyenda, ¡cuán equivocados están!

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