Impacto

Conmoción. Confusión. Fascinación. Frío. Helado, consternado. Una pequeña variación estructural que no logra aclarar nada. Totalmente desubicado. Estoy pensando en reescribirlo, quitar esa coma. Quedaría más enfático, pero sin relación. Las palabras no son sólo significado y su sonido puede turbar al más pintado. Incluso un susurro puede tener más impacto que la mueca más marcada. La pausa, el tempo, la respiración. Hay momentos en que dar un giro cómico da miedo.

Imposible apelar a la lírica, el bloqueo es total. Pero me gusta arquear las cejas. Terrorífico.

Ligero cual velero. (¡Oh, calor, no derritas mis sesos!)

Hoy me he levantado con la sensación de no haber soñado. Es difícil recordar los sueños, pero la sensación era de vacío. De un vacío de horas, y en verano las horas son larguísimas. El calor expande el tiempo tanto que, al mover los brazos, un dios hindú se manifiesta en nosotros. Construir las frases se vuelve algo eterno, las comas bailan y parecen tener cabida entre cualquier combinación de palabras. Es todo tan lento... Salvo esa repentina brisa que entra por la ventana. Pero no hay que dejarse engañar,al abrir la ventana de par en par para abrazar ese leve aliento singular nos encontramos de bruces con un muro asfixiante, difícil de deletrear. Denso. Soñar en verano solo es posible junto al aire acondicionado, cruel invento que te hace viajar a lugares polares, que a su vez destruye con sutil ironía. Max Power.

Post-it

El oscuro devenir... los gástricos espasmos... nadie al otro lado... el sudor lo baña todo y nada parece favorecer el cambio. Un mundo tan simple que en el no tienen cabida mas que enrevesadas situaciones tan desesperadas que ni el sarcasmo las puede abordar inmune. No, ni siquiera el sarcasmo, arma de doble filo que tan nobles victorias y patéticos fracasos me ha brindado. Ni siquiera a mi puede salvarme.