Tras pensar en ello al menos 5 segundos(uff), no he podido decidir el mejor momento para tratar semejante problema humano: el sueño(también conocido como ganas de dormir o necesidad imperiosa de descansar, según el caso).
El sueño (que no los sueños, cosa que se tratará más adelante o más atrás) no es moco de pavo. Si lo fuese, no se llamaría sueño, sino moco de pavo, evidentemente. Además, ya habrá tiempo para los mocos, tanto de pavo como de huevo(sí, los huevos tienen mocos, y viceversa) o de cuidado.
Como decía al principio(si acaso se lo que digo), es difícil decidir en que estado es mas recomendable hablar sobre el sueño, si en un estado de vigilia prolongada, a la hora de la siesta, a las 3 de la mañana o tras una noche plena(en cuanto a descanso se refiere). Dado que las decisiones no son mi fuerte, simplemente escribo esto ahora, que es cuando se me ha ocurrido, sin ningún motivo concreto, escuchando música lo mas estridente posible(a ver si encuentro "camino de la cama" de siniestro total para anclar al post y que todos podais escucharla mientras leeis esta profunda reflexion, nótese la ironía).
El primer motivo que nos puede inducir a padecer sueño es, sin duda, esta pequeña cagarruta que ni yo mismo me atrevería a llamar escrito, como mucho balbuceo semántico. Pero claro, no podemos echarle la culpa a mi pobre inventiva, el sueño se origina de muchas y muy diversas maneras, desde la mas lógica a la más paradógica, ambas meras trivialidades que como todas las cosas triviales su explicación es tan sencilla que no merece la pena ni intentar darla.
Por supuesto, en este post no pretendo dar respuesta a esas grandes preguntas, vease la bien conocida "¿Qué fue antes, el bostezo o el sueño?" o la menos universal pero igual de inquietante sobre Laddie, el perro-prodigio: "¿Realmente nunca duerme?", pese a que algunos aseguran que realmente da cabezaditas mientras corre.
Amigos, enemigos, desconocidos, monos con la increible capacidad de programar ordenadores... el sopor en el que me encuentro no parece ser el mejor estado para escribir algo definitivo sobre el sueño, y un jugoso bocadillo de atún me espera impaciente, no conocedor de que su final se acerca, asique por el momento dejo aquí mis divagaciones elementales.
Adiós, pequeños soñadores...
jueves, septiembre 28, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario